Con el título de “El Camino” se pretende evocar tanto el carácter del discipulado como el tono de las enseñanzas que el Maestro fue entregando a los suyos. De hecho, el camino es un tema recurrente en el tercer evangelio, desde el itinerario de María para visitar a su pariente Isabel, hasta el camino de Emaús, en que Jesús acompaña a dos de sus discípulos. Meditar el evangelio de Lucas en este ciclo litúrgico C, nos lleva hoy a preguntarnos por la dirección de nuestros caminos, por la decisión con la que los emprendemos y por la compañía que aceptamos a nuestro lado.

Al intuir la presencia de Dios en Jesús, estos hombres y mujeres del evangelio siguieron sus pasos. Ellos son los seguidores de Jesús. En esos relatos en los que se nos presenta su camino de fe, se nos resume la importancia de esa categoría fundamental que es el seguimiento de Jesús. Para los creyentes, estos personajes reflejan nuestra propia vivencia de la fe en Jesucristo. De hecho, pueden volver a nuestras catequesis para mostrarnos el camino que nosotros hemos de tomar para seguir a Aquel que es el Camino, la Verdad y la Vida. Esta obra trata de dar continuidad a los “Buscadores de Dios”, meditaciones sobre aquellos personajes del Antiguo Testamento que se ofrecen como modelo de la búsqueda de Aquel que nos amó primero y sale a nuestro encuentro.

Al cumplir los doce años Jesús se queda en el templo de Jerusalén. La búsqueda angustiada de José y María suscita la primera pregunta de Jesús que recoge el evangelio de Lucas: “¿Por qué me buscabais?”. La búsqueda de Jesús es una aventura humana y una metáfora de la fe. En las páginas del evangelio de Lucas, Jesús revela la misericordia de Dios. En las preguntas que dirige a unos y a otros estimula en ellos –y en nosotros– el deseo de seguir buscando su rostro, hasta que lo descubramos “al partir el pan”. Estos textos fueron transmitidos por Radio Vaticano y ahora se ponen en manos de los lectores de Monte Carmelo. También pueden ayudarnos para la celebración de la Eucaristía, sobre todo a lo largo del Ciclo C.

Las primeras preguntas que aparecen en el Evangelio de Marcos preceden inmediatamente al perdón y la curación que Jesús ofrece a un paralítico. Jesús pide al paralítico ya curado que recoja su camilla y se la lleve con él. Y, efectivamente, eso es lo que él hace. El perdón y la curación reflejan el don del Señor. Pero la camilla representa la responsabilidad y la tarea del hombre curado. Esta primera pregunta nos recuerda que el Evangelio de Marcos nos presenta a Jesús como el Hijo de Dios, cargado de humanidad. El presente libro puede ayudarnos para la celebración de la Eucaristía, sobre todo a lo largo del Ciclo B. Estas reflexiones han sido transmitidas a lo largo de varios años a través de los micrófonos de Radio Vaticano.

Algunas preguntas para renovar conocimientos, profundizar en algunos conceptos o aclarar dudas: ¿Por qué se habla tanto de la preocupación ecológica? ¿Cómo asume la fe cristiana la responsabilidad ecológica? ¿Por qué el papa Francisco ha evocado un canto de san Francisco? ¿Por qué se dice que fue san Juan Pablo II el gran promotor de la ecoética? ¿Qué significa hablar del Evangelio de la creación?

“La Samaritana olvidó el agua y el cántaro por la dulzura de las palabras de Dios (Jn 4,28)”. Así escribe san Juan de la Cruz en la Llama de amor viva (1,6). Olvidó el agua del pozo de Jacob y empezó a desear el agua que saltaba hasta la vida eterna. En el desierto en que hoy nos movemos “estamos llamados a ser personas-cántaros para dar de beber a los demás” (papa Francisco, EG 86). Y esto es lo que humildemente pretenden estos comentarios a la palabra de Dios que se proclama en la celebración eucarística de los domingos y de las fiestas del Ciclo A. Es de esperar que, aunque se olvide el cántaro, se pueda disfrutar del agua de la vida que la Iglesia nos ofrece.

“Jesús nos enseña en el sacramento de la Eucaristía la verdad del amor, que es la esencia misma de Dios” (Benedicto XVI). La Eucaristía es el gran misterio que se ha de creer, se ha de celebrar y se ha de vivir. En estas páginas se ofrecen agunas reflexiones sobre la exhortación Sacramentum caritatis (Benedicto XVI), con especial atención a la tercera parte, en la que se presenta la dimensión moral de la vivencia de la Eucaristía.